lunes, 30 de enero de 2012




EN BUSCA DE LA VIDA


Por Josè Manuel Manjarrez

En mi trabajo diario me he encontrado un sin número de situaciones difíciles y complicadas que afectan lo que hacemos y como nos vemos, pero mas allá de observar lo superficial, hoy con mis herramientas más afiladas de Desarrollo Humano puedo hurgar esa piel dura para adentrarme a las raíces que carcomen y destruyen la propia vida.

Parece curioso que cuando hablemos de vida nos refiramos a una circunstancia lejana o a alguna cosa, es decir, puedo decir que un carro último modelo es motivo de alegría y allí esta la vida, lo resumo en un objeto, o quizás en una casa, da igual. El problema es que cuando llego a ese momento y lo tengo parece que el objeto por si solo pierde todo interés, y ya no significa nada. Con otros argumentos pero que llevan al mismo origen un objeto igual puede ser un pensamiento y aquí existe mucho que rescatar: un pensamiento es una cosa que se puede usar y del que se puede ser esclavo y no nos damos cuenta. Creer por ejemplo en un paraíso, en una sociedad perfecta, en una esposa ideal, etc. y tratar de encontrarlo, o sea, idealizar y nunca llegar a nada.

Cuando vamos en busca de esa vida, la vida misma se pierde en la búsqueda, porque la vida no es una cosa, es una experiencia, no se puede medir ni se puede tocar, porque entonces al creer que está fuera de nosotros lo único que hacemos es aplazar su encuentro con mi Self o “conmigo mismo”

Ekarth Tolle decía en su libro “La nueva tierra” que la vida es una manifestación de presente, y que el ser humano pretende verla como un objeto, es por eso que nunca nos llenamos o siempre estamos ansiosos por tener y tener y jamás nos conformamos. La vida llega en el momento es que paramos en presente… no existe en pasado ni futuro, mas solo existe en presente y cuando el pensamiento dejà de crear expectativas se abre un horizonte lleno de posibilidades nunca antes mostradas.

El autor recomienda adentrarnos a la vida por momentos, menciona que hemos perdido la conexión con nuestro ser y no damos oportunidad de vivirla. Ante cualquier circunstancia antes de poder sentir una experiencia primero entra nuestro proceso de razonamiento dejando a un lado cualquier contacto emocional, es decir, cuando miro a mi hijo lo primero que recuerdo es que tengo que comprarle las libretas para la escuela y necesito llevarlo al doctor porque necesita que lo consulte por la tos que trae. Nada de lo anterior es malo, el problema radica que al parecer nuestra parte cognoscitiva no nos permite abrirnos a la vida donde las emociones se pueden sentir… Cada vez que vemos a nuestro hijo lo vemos por toda la carga de historia que hemos creado en él, y empezamos a darle más y más y es como si formáramos una capa más intensa donde no podemos ya visualizarlo. Nos creamos una imagen de lo que pensamos que debe de ser y no lo que es.

¿Como regresar a lo que un día fuimos?... Eckart Tolle nos dice que avancemos por momentos, apropiándonos de los momentos y dejando a un lado la parte racional de nuestro cerebro. Un ejercicio que aplica es centrarnos en nuestra respiración y solo se hace por intervalos de segundos, que no interfiera ningún pensamiento, si acaso viniera alguno que es normal, verlo desde afuera y dejarlo ir y proseguir con la respiración. Allí es donde está la vida, donde existe un espacio.

Chopra decía que entre un pensamiento y otro existe un espacio mínimo, en ese espacio esta la vida, donde no hay pensamiento y no existe un juicio. Ver sin expectativas, sin juicio, sin pretensiones, en esos momentos que se dan en segundos se da la vida. Jamás podemos querer a alguien si no lo vemos desde la vida misma y eso implica no juzgarlo y amarlo como es, no como quiero que sea.

Sé que suena difícil pero esa es la propuesta del amor, ver más allá de las capas, de las formas y de los propios pensamientos que nos condicionan a vivir como vivimos, que en su mayoría es a “tener” no ha “ser”. En nuestros días existe un cambio grande que se da en muchos seres humanos que ya empiezan a visualizar una manera diferente de vivir, de centrarse en su “ser”, no en su “tener”. La verdadera fuerza surge de mirar más allá de las corazas, del odio, de la maldad, porque esa actitud es una forma perversa de no vivir, sin siquiera darnos cuenta que la vida está en la parte blanca.

Fuera de la vida no existe nada mas, no puede haber la no vida. Pero lo que si puede suceder es estar dormido en la propia vida y no darse cuenta. Porque creo que mis sueños son reales y porque así me acostumbraron mis padres, mi cultura, las tradiciones y naci muerto, o quizás peor aún, en alguna parte de mi niñez me enterraron con el miedo y su ignorancia, ahora yo le paso a mis hijos mi miedo y mi ignorancia.

La vida se da ya.. No existe otro momento, es ahora, no bajo mis expectativas del mundo, si no de lo que es y siempre ha sido. Quien juzga solo ve una parte pequeña del todo, pero no es el todo. Y quien se da cuenta que no puede juzgar el todo por una parte mínima puede crecer y crecer… es allí cuando la vida florece.

Volvamos a lo que siempre fuimos…. Ya decía el Maestro Miguel Ruiz en su libro “La voz del conocimiento” …… “Nacimos en la verdad, pero crecimos en la mentira.”

JOSE MANUEL MANJARREZ

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